Son las 3 de la mañana y tengo ganas de dar por culo.
Mirad esa tira “cómica”. ¿No os sentís identificados? La
mayoría deberíais.
¿Por qué? Bueno, pues porque sois el vivo reflejo del
yonki del teléfono y las redes sociales.
Os llenáis la boca (virtual) de palabras bonitas. “Dile a
alguien que le quieres porque mañana podría ser demasiado tarde” rezan vuestros
muros. ¿Cuántos les habéis dicho a alguien que le queríais sin esperar nada a
cambio? ¿Sin esperar un “yo también” como respuesta?
¿Y de las metas de la vida? “Yo quiero trabajar de tal cosa”.
¿Qué esfuerzo real le habéis dedicado, los que en épocas de exámenes no os
desengancháis de nada, no os perdéis una juerga y vais al examen morenos color
caoba? ¿Dónde está vuestro esfuerzo y dedicación?
“Hay que ser fuerte en la vida”. Muy bien, muy bonito.
¿Qué haces tú por tu vida, más allá de la autocompasión? Nadie va a arreglar tu
vida. Vas a contar con todo el apoyo que necesites de la gente que
verdaderamente va a estar ahí. Pero el camino lo tienes que andar tú. Y ahí
estás, parado, lamentándote de ti mismo.
¿Qué a mí me salen las cosas bien? Pues claro que me
salen bien. Cuando tengo que estudiar, estudio, no hago el idiota por internet.
Cuando tengo que superar un obstáculo, me apoyo en mis amigos, no relego en
ellos la responsabilidad. Y sí, he sido tan idiota de decirle a alguien que le
quería sin esperar un “yo también” a cambio. Y me he llevado cada respuesta que
ni os la cuento, que bastante ridículo he hecho ya.
¿Quieres seguir lamentándote? Bien. No te voy a quitar yo
ese dudoso placer. Pero recuerda: si no consigues lo que quieres (ser feliz,
sacar unos estudios, lo que sea), la principal razón eres tú. Y esto os lo digo
a pocos días de saber si soy licenciado o no. Porque si hay algo que estoy
seguro que me ha llevado hasta aquí soy yo. Me he apoyado en amigos y
familiares, pero a veces la decisión difícil es simplemente decirle a alguien “necesito
ayuda con esto”. Pero claro, eso conlleva al hoy por mí, mañana por ti, que no
nos va tampoco demasiado…
En fin, son las 3 de la mañana y no puedo dormir. No es
buena hora para escribir.