Hoy es uno de esos días. El domingo 22 se dio
el fallo de un concurso de diseño de juegos de mesa en el que participé con mi
maqueta, Delicado Equilibrio. Y gané. Quienes me conocen saben que no me gusta
presumir de mis (escasos) triunfos. Pero esta vez haré una excepción. No por
vanidad, sino por alegría.
Mi juego se llama Delicado
Equilibrio.
Eres el jefe de una
tribu y necesitas que tus cazadores vayan a por comida. No hay problema,
tienes muchos sitios a los que ir a cazar. Pero si los demás líderes también
mandan muchos cazadores al mismo sitio, es posible que exterminéis las
especies. Por eso, hay que procurar mantener el Delicado Equilibrio entre lo
que la naturaleza te da y lo que tú tomas.
Todo esto empezó en una clase de una asignatura
llamada "Modelos matemáticos de las ciencias experimentales". Para comprender
qué hago yo en tal asignatura, basta decir que estudio la Licenciatura en
Matemáticas en la Universidad de Cádiz. El temario de la asignatura resultó muy
inspirador: animalitos que estaban en sus hábitats, nacían, morían, se cazaban
unos a otros, etc. Y pensé "hacer un juego de mesa sobre esto no estaría mal".
El resultado es de lo que estoy hablando hoy.
Pero quiero hacer un inciso, si me lo permitís.
Voy a hablar un poco de matemáticas. Pero no de esas que aprendemos a odiar, con
muchos números y muchas cuentas. Eso no son matemáticas, es "calculote". Yo voy
a hablaros de las derivadas.
Cuando hablamos de la derivada de x, hablamos
de cómo se comporta x, por ejemplo, a lo largo del tiempo. Pero no vamos a
llamarlo x, vamos a llamarlo "cantidad de gallinas en un corral". La cantidad de
gallinas que hay en dicho corral depende varios factores: cuántas gallinas había
(cuantas más gallinas, más huevos pondrán, pero a la vez más morirán), de la
cantidad de gallinas que pueda albergar el corral (pongamos que el corral puede
albergar hasta 20 gallinas) y depende también de cuántas gallinas coma el dueño
a lo largo de un mes, por poner una unidad de tiempo.
Con toda esta información, podemos decir que la
cantidad de gallinas depende de las gallinas que había previamente, de modo que
crecerá hasta que haya 20 gallinas y decrecerá si hay más de 20. Además, hay que
restarle las gallinas que el dueño sacrifique para comérselas, que a su vez,
esta cantidad dependerá de a cuánta gente tenga que darle de comer el dueño. No
es lo mismo si su familia tiene 2 miembros que si tiene 6.
Y hasta aquí la lección de matemáticas. Pues
bien, en eso se basa mi juego. Solo que no hay un tipo de animales, sino varios
(las distintas "poblaciones"). Y no hay una "familia" que necesita comer, sino
varias (los jugadores).
¿Y cómo se juega?
La partida se desarrolla en una serie de
rondas. Al principio, los animales se reproducen, según un criterio distinto
para cada animal. Cuanto más grandes son, más procrearán. Aunque, por otro lado,
tendrán menos valor en comida. Pero de eso hablaremos luego.
Panel de una región de caza
Después de que los animes se reproduzcan, los
jugadores mandan a sus cazadores. Los primeros que llegan son los que obtienen
más comida. Sin embargo, hay que tener cuidado de no extinguir una población
¡porque si no, perderás puntos de victoria! Y, como su nombre indica, son
necesarios para alcanzar la victoria.
Una vez que todo el mundo ha colocado a sus
cazadores, se recolectan los animales. Con estos animales, hay que darles de
comer a los cazadores. Pero la jornada puede haber sido intensa o tranquila, de
decidir eso se encargarán los dados. Puede que tus cazadores necesiten comer el
doble o no tengan que comer esta ronda. Aunque lo más probable es que coman
siempre más o menos lo mismo. Cuidado con no darle de comer a tus cazadores: si
no se alimentan, morirán.
Si nos han sobrado animales, podremos hacer
algunas compras. Podemos adquirir más cazadores, mejoras para sacar mayor
provecho a los animales o comprar puntos de victoria. Cada jugador tiene un tope
de puntos que puede gastar cada ronda, así que no vale ahorrar y comprarlo todo
de golpe. Pero no despilfarres tampoco, ya que en la siguiente ronda empezará el
jugador con más comida entre sus animales.
Los turnos van desarrollándose así hasta que
alguien llega a 15 puntos o todas las poblaciones se extingan. Si se da el
segundo caso, gana el jugador con más puntos de victoria, o en caso de empate,
el que más comida pueda producir.
Delicado Equilibrio en plena acción
Por este juego me llevé un pack compuesto por
Dixit Oddysey, ¡No, gracias!, Mano a mano y Summy. Además, me llevé un cartelaco
que me acredita como ganador del primer Concurso de Prototipos de los Encuentros
de Juegos de Mesa de Legends Cádiz. Ese cartel de capalina tiene más valor para
mí que el pack de juegos, bastante suculento por cierto.
Pero hubo algo más
Efectivamente. Si bien Delicado Equilibrio es
mi obra querida de este fin de semana, no puedo menospreciar otra obra: "¡Tu
destino está junto a mí!". Este pequeño juego participó en el concurso Imagination
Games, que consistía en hacer un juego con unos materiales que te
proporcionaban y uno que llevabas tú. Los materiales eran los siguientes:
- Un tablero de ajedrez
- 4 lápices de colores
- 4 fichas de colores
- 4 cartas de la bruja, el dragón, el caballero
y la princesa
- Un dado de 6 caras
- Una moneda
- Un cubilete
- Un reloj de arena de 2 minutos
- Un rollo de papel higiénico (sí, habéis leído
bien, un rollo de papel higiénico)
Los susodichos materiales
Lo que yo me llevé fueron unas plantillas
impresas en papel. Lo idóneo habría sido un pequeño bloc, pero las plantillas
hicieron bien su labor.
La cosa es que cada personaje tiene que pillar
a otro. Por ejemplo, los caballeros siempre han cazado dragones para mostrar su
valía. Por eso, el caballero tiene que dar caza al dragón.
Esencialmente, la ronda se desarrolla en tres
partes. Se tira el dado para ver cuánto moverá cada uno. El que menos mueva
mueve primero. Luego, los jugadores mueven a sus personajes. Cuando un jugador
termina de mover, lanza la moneda dos veces. Con una cara, toma el bloc y dibuja
una trampa en una zona desconocida para los demás jugadores. Si alguien pisa la
trampa, el jugador que tiene el bloc puede declararlo si quiere y se aplica un
efecto dependiendo de quién sea la trampa. Si sale doble cruz, se barajan todos
los personajes y se reparten aleatoriamente. ¡Puede que quien ibas a atrapar
vaya a atraparte a ti ahora! Más vale tener cuidado con cómo te mueves y cómo
colocas las trampas.
A este concurso nos presentamos dos, y al
parecer, el jurado decretó que ambos juegos eran suficientemente buenos como
para llevarse premio. Por este juego, me llevé el Thebes a casa, un juego de
exploración y arqueología al más puro estilo Indiana Jones.
¡"¡Tu destino está junto a mí!" está siendo
evaluado! Qué nervios
A posteriori, tengo un par de ideas para
mejorar este juego. ¡Podrían habérseme ocurrido antes! Pero bueno, aunque me
fuera con las manos vacías me iría contento, porque al margen de lo ganado, he
jugado mucho y lo he pasado muy bien.
Comentario final
Mucha gente me pregunta que para qué sirven las
matemáticas. Que si tengo planes más allá de ser profesor. Me da pena este
concepto del matemático, pero en cierto sentido, es el que nos hemos ganado.
Casi toda esa gente no sabe de qué va nuestra carrera realmente y creen que
somos una especie de calculadora con patas. Nada más lejos de la realidad. Entre
otras cosas, un matemático puede dedicarse a lo que representa este juego:
estudiar cómo evolucionan cosas, no solo animales.
Respecto al juego, pues qué decir. Es como
quien hace una obra de arte y le premian por ello. Ese señor ha puesto parte de
sí en su obra, y solo por eso, la recompensa es enorme. Yo siento lo mismo.
Delicado Equilibrio es parte de mí, y es maravilloso que gracias a él haya
ganado un concurso.
De ¡Tu destino está junto a mí! he de decir que
haré una maqueta decente, como tengo hecha del Delicado Equilibrio. Tengo que
quitarle cierta aleatoriedad a la mecánica y hacer el juego más mío, con
componentes más dedicados. Todo se andará.
¿Hasta el año que viene?
No me ha faltado tiempo para pensar en el
siguiente juego. Será bastante distinto a Delicado Equilibrio, pero creo que
igualmente adictivo. Y si cabe, más rejugable. Si queréis un pequeño adelanto,
os digo que tiene cierto componente narrativo del que no goza Delicado
Equilibrio. Pero no adelantemos, que para eso aún queda mucho. O no, quién sabe
a qué jornadas puedo presentarlo.
Como siempre, gracias a todos los que han intervenido en que Delicado Equilibrio fuera lo que es. No sé si me lo publicarán, es probable que no. Pero ha ganado un concurso, que ya es mucho. Ya se lo dediqué a los beta testers. También quiero dedicárselo a Maria José, mi profesora de Ecuaciones Diferenciales, porque si ella no me hubiese dado esa asignatura nunca habría cogido Modelos. Es increíble cómo un buen profesor cambia tu punto de vista de cualquier cosa. Y se lo dedico en general a cualquiera que, de un modo u otro, me haya apoyado a que esto saliera adelante, bien en el aspecto matemático o jugón, bien con ánimos o con conocimientos. Y a Begoña en especial, que siempre está conmigo. Va por vosotros :D