lunes, 23 de abril de 2012

De esas veces en las que te tienes que sentir orgulloso de ti mismo


Hoy es uno de esos días. El domingo 22 se dio el fallo de un concurso de diseño de juegos de mesa en el que participé con mi maqueta, Delicado Equilibrio. Y gané. Quienes me conocen saben que no me gusta presumir de mis (escasos) triunfos. Pero esta vez haré una excepción. No por vanidad, sino por alegría.

 
Mi juego se llama Delicado Equilibrio.

 
Eres el jefe de una tribu y necesitas que tus cazadores vayan a por comida. No hay problema, tienes muchos sitios a los que ir a cazar. Pero si los demás líderes también mandan muchos cazadores al mismo sitio, es posible que exterminéis las especies. Por eso, hay que procurar mantener el Delicado Equilibrio entre lo que la naturaleza te da y lo que tú tomas.

 
Todo esto empezó en una clase de una asignatura llamada "Modelos matemáticos de las ciencias experimentales". Para comprender qué hago yo en tal asignatura, basta decir que estudio la Licenciatura en Matemáticas en la Universidad de Cádiz. El temario de la asignatura resultó muy inspirador: animalitos que estaban en sus hábitats, nacían, morían, se cazaban unos a otros, etc. Y pensé "hacer un juego de mesa sobre esto no estaría mal". El resultado es de lo que estoy hablando hoy.

 
Pero quiero hacer un inciso, si me lo permitís. Voy a hablar un poco de matemáticas. Pero no de esas que aprendemos a odiar, con muchos números y muchas cuentas. Eso no son matemáticas, es "calculote". Yo voy a hablaros de las derivadas.

 
Cuando hablamos de la derivada de x, hablamos de cómo se comporta x, por ejemplo, a lo largo del tiempo. Pero no vamos a llamarlo x, vamos a llamarlo "cantidad de gallinas en un corral". La cantidad de gallinas que hay en dicho corral depende varios factores: cuántas gallinas había (cuantas más gallinas, más huevos pondrán, pero a la vez más morirán), de la cantidad de gallinas que pueda albergar el corral (pongamos que el corral puede albergar hasta 20 gallinas) y depende también de cuántas gallinas coma el dueño a lo largo de un mes, por poner una unidad de tiempo.

 
Con toda esta información, podemos decir que la cantidad de gallinas depende de las gallinas que había previamente, de modo que crecerá hasta que haya 20 gallinas y decrecerá si hay más de 20. Además, hay que restarle las gallinas que el dueño sacrifique para comérselas, que a su vez, esta cantidad dependerá de a cuánta gente tenga que darle de comer el dueño. No  es lo mismo si su familia tiene 2 miembros que si tiene 6.

 
Y hasta aquí la lección de matemáticas. Pues bien, en eso se basa mi juego. Solo que no hay un tipo de animales, sino varios (las distintas "poblaciones"). Y no hay una "familia" que necesita comer, sino varias (los jugadores).

 
¿Y cómo se juega?

 
La partida se desarrolla en una serie de rondas. Al principio, los animales se reproducen, según un criterio distinto para cada animal. Cuanto más grandes son, más procrearán. Aunque, por otro lado, tendrán menos valor en comida. Pero de eso hablaremos luego.

 
Panel de una región de caza

 
Después de que los animes se reproduzcan, los jugadores mandan a sus cazadores. Los primeros que llegan son los que obtienen más comida. Sin embargo, hay que tener cuidado de no extinguir una población ¡porque si no, perderás puntos de victoria! Y, como su nombre indica, son necesarios para alcanzar la victoria.

 
Una vez que todo el mundo ha colocado a sus cazadores, se recolectan los animales. Con estos animales, hay que darles de comer a los cazadores. Pero la jornada puede haber sido intensa o tranquila, de decidir eso se encargarán los dados. Puede que tus cazadores necesiten comer el doble o no tengan que comer esta ronda. Aunque lo más probable es que coman siempre más o menos lo mismo. Cuidado con no darle de comer a tus cazadores: si no se alimentan, morirán.

 
Si nos han sobrado animales, podremos hacer algunas compras. Podemos adquirir más cazadores, mejoras para sacar mayor provecho a los animales o comprar puntos de victoria. Cada jugador tiene un tope de puntos que puede gastar cada ronda, así que no vale ahorrar y comprarlo todo de golpe. Pero no despilfarres tampoco, ya que en la siguiente ronda empezará el jugador con más comida entre sus animales.

 
Los turnos van desarrollándose así hasta que alguien llega a 15 puntos o todas las poblaciones se extingan. Si se da el segundo caso, gana el jugador con más puntos de victoria, o en caso de empate, el que más comida pueda producir.

 
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Delicado Equilibrio en plena acción

 
Por este juego me llevé un pack compuesto por Dixit Oddysey, ¡No, gracias!, Mano a mano y Summy. Además, me llevé un cartelaco que me acredita como ganador del primer Concurso de Prototipos de los Encuentros de Juegos de Mesa de Legends Cádiz. Ese cartel de capalina tiene más valor para mí que el pack de juegos, bastante suculento por cierto.

 
Pero hubo algo más

 
Efectivamente. Si bien Delicado Equilibrio es mi obra querida de este fin de semana, no puedo menospreciar otra obra: "¡Tu destino está junto a mí!". Este pequeño juego participó en el concurso Imagination Games, que consistía en hacer un juego con unos materiales que te proporcionaban y uno que llevabas tú. Los materiales eran los siguientes:

 
- Un tablero de ajedrez
- 4 lápices de colores
- 4 fichas de colores
- 4 cartas de la bruja, el dragón, el caballero y la princesa
- Un dado de 6 caras
- Una moneda
- Un cubilete
- Un reloj de arena de 2 minutos
- Un rollo de papel higiénico (sí, habéis leído bien, un rollo de papel higiénico)
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Los susodichos materiales

 
Lo que yo me llevé fueron unas plantillas impresas en papel. Lo idóneo habría sido un pequeño bloc, pero las plantillas hicieron bien su labor.

 
La cosa es que cada personaje tiene que pillar a otro. Por ejemplo, los caballeros siempre han cazado dragones para mostrar su valía. Por eso, el caballero tiene que dar caza al dragón.
Esencialmente, la ronda se desarrolla en tres partes. Se tira el dado para ver cuánto moverá cada uno. El que menos mueva mueve primero. Luego, los jugadores mueven a sus personajes. Cuando un jugador termina de mover, lanza la moneda dos veces. Con una cara, toma el bloc y dibuja una trampa en una zona desconocida para los demás jugadores. Si alguien pisa la trampa, el jugador que tiene el bloc puede declararlo si quiere y se aplica un efecto dependiendo de quién sea la trampa. Si sale doble cruz, se barajan todos los personajes y se reparten aleatoriamente. ¡Puede que quien ibas a atrapar vaya a atraparte a ti ahora! Más vale tener cuidado con cómo te mueves y cómo colocas las trampas.

 
A este concurso nos presentamos dos, y al parecer, el jurado decretó que ambos juegos eran suficientemente buenos como para llevarse premio. Por este juego, me llevé el Thebes a casa, un juego de exploración y arqueología al más puro estilo Indiana Jones.

 
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¡"¡Tu destino está junto a mí!" está siendo evaluado! Qué nervios

 
A posteriori, tengo un par de ideas para mejorar este juego. ¡Podrían habérseme ocurrido antes! Pero bueno, aunque me fuera con las manos vacías me iría contento, porque al margen de lo ganado, he jugado mucho y lo he pasado muy bien.

 
Comentario final

 
Mucha gente me pregunta que para qué sirven las matemáticas. Que si tengo planes más allá de ser profesor. Me da pena este concepto del matemático, pero en cierto sentido, es el que nos hemos ganado. Casi toda esa gente no sabe de qué va nuestra carrera realmente y creen que somos una especie de calculadora con patas. Nada más lejos de la realidad. Entre otras cosas, un matemático puede dedicarse a lo que representa este juego: estudiar cómo evolucionan cosas, no solo animales.

 
Respecto al juego, pues qué decir. Es como quien hace una obra de arte y le premian por ello. Ese señor ha puesto parte de sí en su obra, y solo por eso, la recompensa es enorme. Yo siento lo mismo. Delicado Equilibrio es parte de mí, y es maravilloso que gracias a él haya ganado un concurso.

 
De ¡Tu destino está junto a mí! he de decir que haré una maqueta decente, como tengo hecha del Delicado Equilibrio. Tengo que quitarle cierta aleatoriedad a la mecánica y hacer el juego más mío, con componentes más dedicados. Todo se andará.

 
¿Hasta el año que viene?

 
No me ha faltado tiempo para pensar en el siguiente juego. Será bastante distinto a Delicado Equilibrio, pero creo que igualmente adictivo. Y si cabe, más rejugable. Si queréis un pequeño adelanto, os digo que tiene cierto componente narrativo del que no goza Delicado Equilibrio. Pero no adelantemos, que para eso aún queda mucho. O no, quién sabe a qué jornadas puedo presentarlo.

 
Como siempre, gracias a todos los que han intervenido en que Delicado Equilibrio fuera lo que es. No sé si me lo publicarán, es probable que no. Pero ha ganado un concurso, que ya es mucho. Ya se lo dediqué a los beta testers. También quiero dedicárselo a Maria José, mi profesora de Ecuaciones Diferenciales, porque si ella no me hubiese dado esa asignatura nunca habría cogido Modelos. Es increíble cómo un buen profesor cambia tu punto de vista de cualquier cosa. Y se lo dedico en general a cualquiera que, de un modo u otro, me haya apoyado a que esto saliera adelante, bien en el aspecto matemático o jugón, bien con ánimos o con conocimientos. Y a Begoña en especial, que siempre está conmigo. Va por vosotros :D