Hacía tiempo que no escribía, bien por falta
de ganas, tiempo o ambas cosas. Pero he encontrado un tema que personalmente me
ha disgustado y quería compartir una impresión.
Pongámonos en antecedentes. Internet ha
tardado en entrar en las consolas, pero una vez hecho, ha servido para cosas
buenas y malas. Gracias a internet pueden corregirse pequeños fallos que pueda
tener un juego como se actualizan las aplicaciones del móvil. Lo malo es que
muchos desarrolladores ven ahí una forma de vender con coste de materia prima
nulo.
Expandir un juego no es nuevo. Ya el Age of
Empires II tenía una expansión. La diferencia es que ahora se hace sin disco,
porque te lo bajas de internet. Este tipo de material se suponía que iba a ser
más barato, pues ahorraban en costes de distribución, costes físicos de disco,
etc.
Pero a menudo, como en la política, la
realidad se aleja de lo prometido. Y el mundo se rige por una simple ley de
oferta y demanda. Capcom, empresa conocida por su Street Fighter, con motivo de
la cuarta entrega de dicha franquicia, puso a la venta trajes para sus
personajes. Creo que alrededor de 5€ un pack de trajes. Aparentemente poco
precio, pero coste de materia prima 0 e inversión mínima de tiempo a mí al
menos me hacen pensar que es un precio caro. Máxime cuando no aportan nada
jugable, es solo algo estético.
Por otro lado, Nintendo no es Sony ni
Microsoft. Si las ventas en consolas y videojuegos van mal, no hay una gama de
móviles o las ventas de un sistema operativo para aguantar una caída. Por eso
es una empresa que hace jugadas arriesgadas. Y mucho tiene que cambiar la
situación para que empiece a hacerlas ahora.
Así que se hace lo necesario para ganar
dinero, como también es lógico por parte de una empresa. Lanzan su juego y
luego ponen contenido adicional de pago. ¿Es impopular? Recortar en sanidad y
educación también y ya sabéis lo que pasa.
La balanza está muy clara: en un lado, la
mala fama; en el otro, los beneficios. Capcom, Ubisoft o EA son empresas que
llevan montadas en este negocio años y ahí siguen. Año tras año, la gente se
compra el nuevo FIFA, el nuevo Assassin’s Creed o la revisión del Street
Fighter. Año tras año, la gente compra la reedición HD de un juego de hace un
año, como es The Last of Us. Son medidas (aparentemente) impopulares, pero la
gente pasa tanto por el aro, que está claro que económicamente les compensa.
Me da mucha pena que hayamos llegado a este
punto. Yo tengo el dinero (que tampoco es mucho) y me sobran las ganas de jugar
a esto. Pero voy a aguantarme, porque aunque no dudo que tenga un trabajo
detrás, tampoco dudo que los otros 50 personajes lo tuvieron y la proporción no
es adecuada. Ya veré dentro de uno o dos años si tienen buen precio, y si es
así, me los compraré, como habría comprado la mentada expansión del Age of
Empires II.
Defendí a Nintendo en la generación de Wii
porque no se metió en estas mierdas. La seguí defendiendo con Mario Kart 8,
porque creo que esos DLC sí son buenos en relación calidad precio. Pero no
seguiré haciéndolo con el Smash Bros. Aunque bueno, lo que yo opine está claro
que no importa.